domingo, 29 de noviembre de 2009

Una historia que invente, El día que tu orgasmo me dolió

Ahí estaba yo, tirado en la cama, llorando y sollozando por la triste realidad a la que me enfrentaba, puse una canción en el estéreo, Sting, eso puede ayudar, el dolor que pasaba por mi pecho era indescriptible, te amaba y a ti no te importaba, tenía que dejarte en el camión, como siempre tenias que despedirte de las dos personas que fueron mas importantes que yo, y que no les basto tenerte unas horas esa semana, ellos que nunca dejaron que me entregaras tu cariño, tenía tu tiempo pero nunca tuve tu corazón, me exigías un beso que no estaba dispuesto a darte, me rendí, tire la toalla, y no quería dejarme llevar, no se porque lo hiciste, me obligaste a besarte, me robaste un suspiro mas, me decías palabras dulces que solo abrían mas la herida en el corazón que hiciste con el escarpelo de tus mentiras y desplantes, con el filo de tu frivolidad, y la fuerza de tu egoísmo, te tumbaste sobre mi, me besaste y probé nuevamente el veneno de tus labios, me llevaste a al arrebato, besos cada vez mas ardientes, podía sentir tu dulce lengua dentro de mi boca, jugando y exigiendo respuesta, te la di, me deje llevar por el momento de lujuria, quite tu blusa, y comencé a tocar tu espalda, movías tus caderas sobre las mías, me habías excitado, lograste tu cometido, tu necesidad de tenerlo todo se estaba cumpliendo, podía ver tu piel dorada, podía sentir que tu olor se quedaba en cada parte de mi cuerpo y eso me embriagaba, mas el sabor de tu boca, el movimiento de tus hombros, y la frescura de tus bellos senos, me hacian vibrar de placer, los desnude y los toque con la ternura con la que antes los había tocado, firmes y orgullosos, gire ciento ochenta grados y desabroche tu pantalón, que deslice hacia tus tobillos con maestría, con toda la lentitud que me fue posible, quería guardar ese momento con cada detalle en mi mente, pero no me dejaste, te terminaste de quitar el pantalón rápidamente, como si estuvieras desesperada por tenerme, o tal vez por irte, como si solo te importara pagar las atenciones recibidas, como si fuera la ultima vez que tenía el derecho de besarte, de tocarte, de estar contigo en la intimidad, baje tu pantaleta mientras besaba tu ombligo, después baje poco a poco hasta que llegue a ese altar de mujer de cual estaba mas que obsesionado, te probé, conocía tu sabor a la perfección, con ese dulce aroma de tu ser, te di el mejor beso que pude haber dado, te movías con mucho ritmo, tus manos se postraron en mi nuca y me empujaban hacia ti, como si no quisieras que retirara mis labios de tu ser, como si realmente quisieras estar así toda tu vida, no quería pensar en el mañana, solo quería estar contigo, hacerte el amor, demostrarte que te quería, que deseaba y que estaba dispuesto a seguir haciendo todas las locuras y caprichos que a ti se te antojaran, giras sin apartar mi boca de tu vientre, tus pliegues iban siendo separados por mi boca, buscando ese punto, ese lugar, ese hermoso botón que te gustaba que lamiera a mi antojo, al menos eso era lo que me decías, una ves que termino tu giro, lo tomaste y estimulaste con tu mano, lo metiste a tu boca y comenzaste la felación, aun recuerdo ese momento, nuestras bocas ocupadas dándonos placer y dicha, donde lo único que nos importaba era el placer puro y dejarnos llevar por la pasión, donde no necesitábamos mas que el uno del otro, te gire y me postre sobre ti, mi intención era firme, quería estar dentro de ti, quería sentirme uno contigo, tu ansiedad por la entrega preparo mi camino, te penetre tan lento como pude y te empezaste a mover, de un momento a otro te quedaste quieta exigiendo que yo realizara el trabajo, no hacías nada, quedaste inerte, me comencé a mover en un vaivén de emociones, mi corazón no podía con la presión, mi mente no podía pensar en otra cosa, anhelaba ese momento desde que te vi por vez primera en la escuela, quería que fuéramos el uno del otro y que buscáramos la felicidad juntos, el momento de placer se vio interrumpido por un orgasmo, por tu orgasmo, igual también pudo haber sido mentira, eso solo tu lo sabes, te volví a besar en tu entrepierna, y te movías de arriba hacia abajo, poco a poco te pusiste nuevamente a punto y cambiamos la posición, te subiste sobre mi y comenzaste a sentirme dentro de ti, nuevamente, una y otra vez, tu cara era de mucho placer, contemplaba tu hermoso rostro y tus ojos cerrados, definitivamente no estabas conmigo, estabas con alguien mas y yo solo era el artificio para tu locura ocasional, me usabas y yo lo sabia, porque el amor que sentía por ti me cegó, y nada mas importaba lo que sentía por ti, mas que mi realidad, reclamaste porque me deje llevar por tus movimientos rítmicos al compas de Sting, me hiciste moverme, te gusto como lo hice, exigiste que lo siguiera haciendo de esa manera, de forma circular movi mis caderas, entraba y salía, tus nalgas golpeaban contra mis piernas, no lo podía creer estaba dentro de ti me hacía muy dichoso el simple hecho de completar lo pendiente, tocaste tu frente cerraste los ojos, gemías y se te iba el aire, vi correr una gota de sudor desde tu cuello, bajo entre tus senos desnudos y se quedo en tu ombligo, quería besarte, sentí como te tensabas estabas a punto de tener otro orgasmo, tal vez fingido, me dijiste que te tenias que ir, te reincorporaste y te quitaste, me sacaste de tí, lo hiciste como si fuera un intruso que hubieses querido tener hospedado en tu cuerpo. me dijiste que habías tenido otro orgasmo, no te creí, me quede ahí, tumbado en la cama con la excitación al máximo, quería mas, me quede con las ganas de mas, de mucho mas, te seguí hasta el baño y lo único que recibí fue un empujón, una negativa, después de ese momento no volvimos a intimar, sabía que en dos semanas me desecharías porque ya solo me quedaba una misión para ti, solo un poco mas y serias libre de mi, y lo fuiste, me dejaste, y nada te importo, me heriste, y nada te importo, me lastimaste, y nada te importo, me traicionaste, y nada te importo, me usaste y nada te importo....

Después de eso cumplí mi misión y me mandaste a la chingada. Me quede sin corazón, no tenias que haberlo hecho, yo definitivamente no hubiera sido capaz de cobrarte un favor y menos con semejante precio, yo sabía mi misión y mi destino, no tuviste que haberlo hecho, ese fue el día en que tu orgasmo me dolió....

Soda Stereo - Ella usó mi cabeza como un revolver

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